martes, septiembre 16, 2008

REFLEXIONES EN TORNO AL APRENDIZAJE BASADO EN COMPETENCIAS

BASADO EN EL ARTÍCULO DE Xavier Vargas Beal (Mayo 2005): "El aprendizaje y el desarrollo de las competencias."
Lejos, pero muy lejos de elaborar aquí una reflexión cognoscitiva de lo planteado por el autor en el artículo, cuya magnitud es algo extensa pero al mismo tiempo enriquecedor en cada una de sus secciones, párrafos, citas, frases y palabras, me quedan solo los siguientes cuestionamientos y a lgunos comentarios que elaboré a partir de algunas de éstas palabras, ideas y frases que hicieron eco en mi estructura cognoscitiva, pero que aún están en proceso de readaptación a la “realidad de mi realidad”. Tomando en cuenta mi contexto como docente, algunos planteamientos me evocaron las imágenes de situaciones vividas con mis alumnos, pero también de situaciones futuras, y de cómo yo estoy en continua aprehensión de la realidad a la par de que “intento” proveerles a mis estudiantes las herramientas para que alcancen a modificar sus esquemas cognoscitivos de lo que les interesa aprehender de su “realidad”.

1. “¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los alumnos en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos? En una clase de comunicación el examen final contendrá preguntas a propósito de unos contenidos de comunicación vistos en clase, de ninguna manera y en ningún caso habrá ahí pregunta alguna respecto de los cambios ocurridos en las formas de comunicación del alumno en tanto persona.” (Vargas B., 2005).
A este respecto, algo que he venido utilizando y que me ha funcionado por lo menos para evaluar en una parte quizás mínima el proceso de transformación de los estudiantes en tanto personas humanas al culminar un evento educativo es la aplicación de la conocida como BITÁCORA DE COLL. Consiste en tres preguntas: a) ¿Qué aprendí?; b) ¿Qué sentí? y c) ¿Cómo lo puedo aplicar en la vida?

2. Al optar frente a la realidad aprehendiendola de una determinada manera, va volviéndose realidad propia (organización). De ahí pues que, “de acuerdo con Aristóteles, el auténtico conocimiento intelectual logra que el contenido captado se haga uno con el sujeto que conoce. Los conocimientos auténticos forman parte de la substancia del sujeto cognoscente".
[1]
¿El acto de analizar la realidad en sus causas primeras y últimas, va más allá que de sólo apropiarse de ella? ¿En dónde entra la capacidad de pensamiento crítico y reflexivo que debería acompañar a todo proceso de “aprehendizaje”?

3. “Mucho ganaría la praxis educativa si el maestro se preocupara por escuchar al alumno y por responder lo más cerca posible a las necesidades cognoscitivas del alumno siendo consciente de que lo hace desde los propios marcos teórico-prácticos de entendimiento y resolución de la realidad que el maestro tiene asimilados y que practica en su mundo profesional.” (Vargas B., 2005).
Muy personalmente considero que en esta afirmación radica una de las claves para lograr el éxito de los aprendizajes significativos y de la construcción de la “realidad de la realidad”. ¿Cómo crear necesidades cognoscitivas que conduzcan a “aprehender” conocimientos significativos?

4. "Supongamos –señala él- que la información que se proporciona se refiere a la topografía de cierta región. ¡Cuán diferente será el aprendizaje de un grupo que atiende porque tiene la obligación de seguir un curso de geografía, del de un batallón de infantería que tiene que ir a esos montes y valles para luchar contra el enemigo! La implicación del sí-mismo es muy escasa en el primer grupo, y muy profunda en el segundo".
[2]
Los aprendizajes significativos lo son cuando guardan una fuerte relación con la sobrevivencia del sí mismo de la persona. ¿Con qué tipo de estrategias se logra reducir las amenazas al sí mismo de los estudiantes?

5. “Este poder posibilitante del sujeto, es el poder de apropiación de una posibilidad que toda construcción de conocimiento abriga, de una posibilidad que por ser elegida, precisamente, se vuelve la posibilidad posibilitante, y por haber sido apropiada, se vuelve posibilidad posibilitante en propiedad de sí mismo.” (Vargas B., 2005).
¿Cuáles son las “posibilidades” que tiene el estudiante para optar por una manera de aprehender un conocimiento o realidad, o por otra? ¿Posiblemente las estrategias de aprehendizaje que el posea en su estructura cognoscitiva?

6. “Las posibilidades reales que tal alumno tiene para acometer con éxito la tarea de construir un determinado conocimiento
[3]”.
Considero que las posibilidades están en función de los conocimientos previos que posee el estudiante y que le servirán para asimilar los nuevos.

7. "La educación a lo largo de la vida –afirma él- se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser".
[4]
A mi juicio, beneficiaría más al estudiante y al maestro en reducir las amenazas al sí mismo el colocar en primer lugar los dos pilares últimos: aprender a ser y aprender a convivir, en lugar de privilegiar al “conocer y hacer”. Porque, finalmente, los dos primeros conducen a alcanzar los segundos, solo que el marco de lo ético-social. La praxis educativa necesita urgentemente empaparse de estas dos entidades: el convivir y el ser.

8. “Es en la acción y no sólo en el pensamiento, que el alumno opta por un modo de estar en el mundo al aprehenderlo con “h”, al apropiarse de él de un modo específico; y finalmente, porque es en la acción que el conocimiento toma un sentido singular y propio para cada alumno.” (Vargas B., 2005).
En este contexto, se deja nuevamente fuera el análisis de la realidad de la realidad, con lo cual se desprovee de sentido al conocimiento, es decir, se minimiza el por qué y el para qué y se privilegía el cómo y con qué.

9. “El lenguaje puede estar, y de hecho está de manera muy importante, al servicio del desarrollo de las competencias.” (Vargas B., 2005).
En el discurso verbal pueden plantearse conocimientos, instrucciones, teorías, etc, que son claves para la acción. Además, se convierte en una fuente de información que nutrirá la indagación del alumno para contribuir a construir o descubrir conocimientos. Palabra y acción no pueden disociarse.

10. “La selección de la acción no basta si no se considera a la par, el estado emocional de los alumnos involucrados.” (Vargas B., 2005).
¿Consiste pues, la acción del maestro en “crear necesidades cognitivas” para el alumno, basadas en su estado emocional y cognoscitivo, para lograr que aprehendan la realidad?

11. “Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente el con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser.” (Vargas B., 2005).
Es necesario que las políticas educativas visualicen este pensamiento. Cuestiono a toda la clase: ¿Somos los maestros responsables de alzar la voz ante el privilegio a todas luces que se hace del qué y el cómo, dejando de lado el con quién, y el para qué (o por qué)? ¿Es nuestro trabajo proveer de sentido a la acción educativa?

12. “El desarrollo de determinadas competencias, desprovistas de un sentido teórico-crítico y orientadas a resolver sólo unos problemas específicos, tenderá a hacer de cada profesión un simple oficio. No devaluamos en absoluto la importancia y utilidad que para una sociedad tienen –por ejemplo- sus fontaneros, al contrario, nos parecen fundamentales y escasos, pero no creemos que la universidad tenga la función de ofrecer ingenieros hidráulicos tan operativos que el análisis y la reflexión teórico-critica de sus propios campos del conocimiento quede en un segundo plano, y por tanto acabe ofreciendo a la sociedad profesionales que se acerquen más a hacer fontanería que a hacer ingeniería. La cuestión que nos parece sumamente pertinente señalar aquí, es que la educación universitaria no se puede dar el lujo de olvidar que las prácticas socio-profesionales se ha podido desarrollar, gracias a que, al mismo tiempo que se aplican unos determinados conocimientos en la acción profesional, éstos se re-construyen indefinidamente analizándolos y reflexionándolos en sus respectivos campos del conocimiento. Esta última tarea, ciertamente parecería en principio que sólo debe realizarse en la investigación formal, sin embargo, en alguna medida, el aula universitaria es un espacio también de análisis y reflexión teórico-crítica importante donde los profesionistas regresan precisamente a analizar y reflexionar su praxis con los alumnos, si no fuera así, la universidad como institución social se vería fuertemente limitada. Si los profesionistas docentes sólo regresaran a las aulas universitarias a ofrecer su praxis sin ningún análisis teórico, acabarían siendo sólo reproductores de un oficio puramente pragmático. Las profesiones no avanzarían.” (Vargas B., 2005).
No solo se debe llevar a cabo las acciones que implican este análisis y reflexión del autor en el medio universitario sino, en todos los niveles educativos, desde la educación básica, pasando por media superior, y la superior. Porque de no ser así, el mismo efecto “tecnicista que frena el desarrollo de las áreas profesionales” se arrastraría en cadena.

Como cuestionamientos finales: ¿Los enfoques ético-social y teórico-reflexivo que propone el autor como antídoto ante la supremacía de los valores del mercado y del freno en los avances de las diferentes áreas del conocimiento, no se estarán ya implementando en otros países? Ya que ha sido difundido extensivamente que en muchos países la educación se está volcando sobre el sistema de enseñanza por competencias, mi inquietud central es: ¿La parte aplicativa de este modelo se está llevando de la misma manera en los países catalogados como potencias económicas, que en los países tercermundistas en vías de desarrollo como el nuestro? ¿Qué países son punteros en investigación y creadores de tecnología? Porque ciertamente en estos países son mucho más necesarios los ingenieros que los fontaneros, haciendo alusión al ejemplo muy luminoso empleado por el autor.

Considero que la idea no debe ser terminar así como lo describe el autor, y que cito textualmente a continuación: “… nos parece que una postura así, abrigaría una falta de sentido común que nos conduciría, en el extremo, a un mundo muy parecido al mundo feliz de Huxley. Los Alfa analizando y reflexionando la realidad desde la panacea de los mercados del primer mundo, y los Delta operando la maquinaria que los haga funcionar sumisa y eficientemente. Más bien creemos, en franca oposición, que los todos los maestros de todas las universidades, si bien están demandados a desarrollar competencias operativas, también están exigidos por la misma sociedad a analizar y reflexionar el mundo de la profesión desde los valores sociales y desde las teorías que constituyen su saber”. (Vargas B., 2005).
Y no solo aplica a las universidades, sino a todo los niveles educativos, porque en todos se está introduciendo la enseñanza basada en competencias.

UBALDO ROMÁN HERNÁNDEZ
CETMAR 20, EN TÚXPAM, VER.ESPECIALIDAD EN COMPETENCIAS DOCENTES.

[1] Gutiérrez Sáenz, Raúl ( 2001), Introducción a la didáctica, Esfinge, México, p. 23
[2] Idem, p. 334 (Las cursillas son nuestras)
[3] A esta última noción, Vigotsky la llama Zona de desarrollo próximo.
[4] .Delors, Jacques (2001), La educación encierra un tesoro, UNESCO, México, p. 102